tips para implementar la disciplina positiva en casa
Educar niños responsables, respetuosos y capaces es el objetivo de la disciplina positiva
La Disciplina Positiva me ha parecido todo un descubrimiento como ya conté en otro post que escribí hace tiempo y considero que hoy en día todos tenemos acceso a información muy valiosa y debemos aprovecharla. Hoy en día se sabe mucho sobre los tipos de crianza y sus consecuencias, la Disciplina Positiva sin duda me ha marcado, creo que cada día la gente se conciencia más de la importancia de la educación y sobre todo de la etapa de primera infancia, que es cuando los niños son más vulnerables y cuando forjan su personalidad.
Para empezar a adentrarte en este fantastico mundo de la Disciplina Positiva te recomiendo que asistas a un taller impartido por profesionales cualificados y que leas.
- Como educar con firmeza y cariño. Jane Nelsen
Ocho tips para implementar la disciplina positiva en casa:
- Implicar al niño
- En la creación de rutinas. Los niños aprenden por repetición e imitación y las rutinas les ayudan a adelantar lo que va a suceder. Con las rutinas estarán más tranquilos y sabrán que les toca hacer en cada momento.
- Con el uso de opciones limitadas. Tener opciones les da la oportunidad de elegir, disfrutan ayudando y sintiéndose parte de las opciones. Les da poder y se sienten capaces
- Dándole oportunidades para ayudar. A los niños pequeños les cuesta acatar ordenes, sin embargo siempre podemos cambiar esa orden por «me ayudas a…»
- Enseñar respeto siendo respetuoso. Somos sus modelos a seguir y si somos respetuosos ellos lo serán, sus neuronas en espejo funcionan muy bien.
- Utilizar el sentido del humor. Darle un toque de humor siempre viene bien para afrontar las cosas de otra manera, ¿a quien no le gusta reírse?
- Entrar en el mundo del niño. Debemos tener en cuenta la edad del niño y comprender lo que puede o no puede hacer acorde a su edad o su nivel madurativo. No se les puede exigir lo mismo siempre. Hay que empatizar con ellos, comprender sus emociones y validarlas con palabras.
- Decir lo que se quiere decir y mantenerlo con cariño y firmeza. Hay que ser consecuente con lo que decimos y con como actuamos. Siempre es mejor callarse a tiempo
- Ser paciente. Los niños están en un proceso de aprendizaje y debemos ser pacientes y darles el tiempo que necesitan para aprender.
- Actuar, no hablar y supervisar de cerca. Es mejor demostrar con acciones que con palabras, los niños lo entienden mejor. Hasta los cuatro años siempre necesitan vigilancia, suelen ser impulsivos.
- Aceptar y valorar la singularidad del niño. Cada niño es un mundo y tiene su ritmo de aprendizaje y su manera de ser, debemos valorar que esperar de cada uno de ellos, nunca generalizar
Fuente: Libro Disciplina positiva para preesolares. Jane Nelsen, CHeryl Erwin y Roslyn Ann Duffy