Este mes de Enero he tenido la oportunidad de formarme en Disciplina Positiva con Marisa Moya.
Sin duda los días de formación sentía que algo estaba cambiando en mi forma de ver la educación y el mundo en general, y tras varios días lo confirmo, siento que ha habido un antes y un después de recibir esa formación. Ahora me paso el día buscando ratos para leer y estudiar esta filosofía que creo firmemente que nos ayudara a dejar un futuro mejor.

Se trata de una certificación internacional y quienes están detrás de ella son Jane Nelsen y Lynn Lott a cargo de la Positive Discipline Asociation. La certificación que he realizado es para poder formar a familias.

Aun estoy tratando de asimilar muchas cosas, de verlo y llevarlo a cabo en mi día a día, no es fácil cambiar, hay mucho que desaprender para volver a aprender otras maneras de hacerlo.
El proceso no es fácil, pero estoy tan convencida de que es lo mejor que le podemos dar a los niños que el esfuerzo siempre merecerá la pena.
Creo que este es de los pocos (por no decir el único) post en el que me abro y cuento mis sentimientos hacia algo, y sienta tan bien que probablemente lo empiece a hacer más a menudo.

Cuando me vea preparada lanzaré las charlas, talleres y cursos de Disciplina Positiva para llegar a cuantas más familias mejor!
Sin duda creo que tengo mucho que aportar a la sociedad inculcando esa filosofía de vida a las familias.

Me ha llegado tanto esta formación que este mes de Febrero me formaré también con Marisa Moya en Disciplina Positiva en la Primera Infancia.

Trabajo con pequeños y con sus familias por lo que creo que con estas dos formaciones voy a estar más preparada para explicar todos los beneficios de esta metodología de educación.
Pronto os iré hablando más sobre este tema tan interesante que me tiene cautivada!