La importancia de la estimulación
La estimulación infantil es un juego para los niños. Son una serie de experiencias que desencadenan unas reacciones que aceleran el aprendizaje y el crecimiento.
La estimulación hace que as potencialidades del niño aparezcan antes y disfrute de los nuevos objetivos que puede alcanzar.
El objetivo es instruir y capacitar
Al estimular las potencialidades no perseguimos convertirlo en un genio, esta no es la idea de la estimulación. El objetivo de la estimulación es que el bebé adquiera a capacidad suficiente para desarrollarse con soltura en la vida, y que afronte las dificultades que se le presenten. Cualquier familia tiene al alcance de su mano la posibilidad de que su hijo se desarrolle bien y pueda superar la escolaridad de manera satisfactoria.
El proceso de desarrollo del bebé comprende todos los aspectos que configuran su personalidad: aspectos físicos, mentales, emotivos y sociales.
Estimular el desarrollo de un niño significa hacerlo de manera equilibrada en todas las áreas, teniendo en cuenta que los avances en un área siempre repercuten en otra área.
“Todo lo que un niño pueda hacer en un clima positivo de afecto va a fomentar su desarrollo. Necesita sentirse querido”
- DESARROLLO FÍSICO:
Este aspecto se aprecia comprobando el peso y la talla el bebé además de sus habilidades adquiridas mes a mes. Por eso es muy importante que estén boca abajo y se les permita que se muevan en una manta de juegos o en un espacio controlado, para adquirir nuevas habilidades.
- DESARROLLO MENTAL:
Lo primero que necesita el bebé es el perfeccionamiento de los sentidos ya que va a ser su medio de recibir información que en su momento le permitirá pensar y razonar. Un niño que ha sido estimulado los dos primeros años de vía tendrá una enorme mejora en el rendimiento intelectual en comparación con los niños que no reciben el estímulo.
- DESARROLLO EMOTIVO:
Cada vez que el bebé tiene sus demandas atendidas y de forma adecuada, aumenta si sensación de ser querido, valorado y comprendido. Esto aumenta su seguridad y se va configurando su autoestima, indispensable para alcanzar la madurez emotiva. Es importante crear lazos afectivos entre los pares y el niño.
- DESARROLLO SOCIAL:
Los niños que se sienten queridos y seguros son más sociables y no suelen tener dificultades para integrarse en el mundo que les rodea. El contacto con los adultos se extiende de padres a familia y amigos.
Los seis primeros meses de vía son decisivos en el futuro desarrollo del bebé. El trato afectivo y cuidado permanente hará que el bebé se sienta seguro.
“El afecto acelera el desarrollo”
María Algueró
Especialista infantil
Experta en Atención Temprana