Los sentidos de los bebés

2 May, 2012

Los sentidos de los bebés

Aunque los bebes dependan completamente de su madre, sus cinco sentidos ya están preparados para recibir la información que  lo rodea de forma que, al final, pueda arreglárselas solo. Su cerebro está ocupado creando vínculos cruciales entre las células nerviosas y demás. Cada mes, todo lo que ve, oye, siente, prueba o huele cobra sentido y crea una nueva red de células.

La vista
Los recién nacidos  ven más de lo que en principio imaginamos. Incluso en el útero, el bebe distingue entre la luz y la oscuridad. Al nacer, ve a una distancia de 20-25 cm, lo que lo ayuda a reconocer la cara de la madre cuando lo tiene entre sus brazos. Es probable que pueda diferenciar un objeto a 6m de distancia. Contempla mejor los objetos si están en contraste, es decir, en blanco y negro, pero también es capaz de distinguir colores primarios, aunque las células de color aun no se desarrollan del todo hasta los dos meses. Su interés por el rostro humano es evidente. Algunos estudios han demostrado que los bebés sienten más interés por un retrato que por cualquier otro dibujo y además prefieren los rostros sonrientes.
Los ojos de un bebé son más grandes en relación con su cuerpo que en el caso de un adulto; sus pupilas también son más grandes, lo cual capta la atención de las personas y hace que éstas quieran mimarlo. La influencia más directa del color de los ojos es la herencia, aunque los niños de ojos verdes o marrones pueden haber nacido con ojos azules. Esto se debe a que la exposición a la luz estimula el pigmento, que tarda seis meses en desarrollarse.

El oído
Las investigaciones demuestran que el oído interno es el único órgano sensorial que se desarrolla completamente antes del parto, de modo que alcanza su tamaño adulto durante el embarazo. Al nacer, el bebé comienza a escuchar ruidos y llora. Su oído es preciso y puede reconocer la voz de su madre, al igual que la música o los sonidos que percibió desde el útero. Muestra más interés por el habla humana que por otros sonidos y se inclina por las voces estridentes.

El tacto
El bebé es sensible al tacto poco después de la concepción. A las treinta y dos semanas de embarazo, todas las partes corporales responden a la estimulación táctil. Con unos cincuenta receptores táctiles por centímetro cuadrado (alrededor de cinco millones en total) y con más de cien tipos de receptores diferentes, un bebé responde a la presión, dolor, vibración y cambios de temperatura.

El gusto
En el útero, un feto ingiere líquido amniótico, que contiene rastros de la dieta de la madre. Un bebé tiene alrededor de 10.000 papilas gustativas (muchas más que un adulto), y éstas no sólo aparecen en la lengua, sino también en los costados de la boca y en el paladar. Por último, estas papilas gustativas desaparecen. Un bebé es capaz de distinguir sabores desde una edad muy temprana, aunque prefiere el dulce.

El olfato
Es difícil conocer la sensibilidad de un recién nacido a los olores. Sin embargo, estudios efectuados sobre bebés de dos días de edad demuestran que reaccionan a ciertos olores, como al ajo y al vinagre. Otros estudios, basados en bebés de cinco días de edad, demuestran como los bebés buscan una almohadilla empapada en leche materna y,  a los diez días, prefieren el aroma de la leche de su madre. Esto demuestra como el bebé humano se protege del hambre. Incluso en la oscuridad, es capaz de buscar su fuente de alimentos. La velocidad con la que un recién nacido aprende a distinguir los aromas maternos es sorprendente. Algunos estudios demuestran que, cuarenta y cinco horas después del parto, un bebé conoce el olor de su madre.

Fuente: Desmond Morris.

Deja una respuesta

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.