Lo más importante para alimentar al bebé con biberón

8 Mar, 2012

Lo más importante para alimentar al bebé con biberón

Alimentar al bebé con biberón

En ocasiones, la recién estrenada mamá decide no alimentar a su hijo con leche materna, bien por motivos personales o bien por causas médicas. En este caso, tenemos que saber el equipo que necesitaremos para alimentar al bebé con leche de fórmula y su cuidado, así como la correcta preparación de un biberón. Nuestro pediatra nos dará las indicaciones oportunas sobre el tipo de leche de fórmula que debemos emplear, se comenzarán normalmente por fórmulas de inicio y a partir de los 4-6 meses podrán usarse las de continuación.

Los biberones del bebé

Si no hay recomendaciones específicas, sabed que la composición es muy parecida en todas las marcas. Es de suma importancia que se respeten las cantidades que se muestran en el envase: un cacillo raso de leche por cada 30 c.c. de agua (por ejemplo, para preparar un biberón de 150 c.c. de agua, deberíamos echar 5 cacillos enrasados).

– Para nuestra comodidad debemos disponer de unos cuantos biberones (no sólo uno), son preferibles en un principio los de vidrio y la capacidad recomendada es de 180 a 350 c.c. ( este último tamaño para los bebés más mayorcitos que suelen tomar la leche con cereales).

– Para salir a la calle o de viaje podemos tener calentadores eléctricos o disponer de un termo para conservar caliente el agua o un biberón termo ideal para los paseos o salidas cortas.

– Las tetinas pueden ser de caucho o de silicona (este último material hasta que el niño tenga dientes). Debemos tener en cuenta el orificio de salida y un tamaño y forma adecuados. Es importante mantenerlos en buen estado y debemos desechar las que estén desgastadas. – Es importante el lavado a fondo y esterilizado de los biberones y tetinas (pero limitando la esterilización a los primeros meses de vida). Los biberones de boca ancha permiten un mejor acceso para echar el contenido y un lavado más fácil. Es mejor lavarlos en cuanto acabemos, antes de que los restos de leche se sequen y servirnos de un cepillo especial para la limpieza de biberones y tetinas. Si no lo limpiamos en el momento, debemos dejarlo en agua jabonosa.

– Hervir el agua que emplearemos para el biberón durante 5 minutos y dejar templar antes de realizar la mezcla. Si se emplea agua embotellada, debemos desechar el agua sobrante que no empleemos en el día para evitar contaminaciones.
– Respetar las cantidades de agua y leche de fórmula, no hacerlo podría tener efectos poco deseables en la salud del bebé.
– Comprobar la temperatura en el dorso de la muñeca, aplicando unas gotitas. Si queremos enfriarlo, podemos sumergirlo un tiempo en un recipiente con agua fría, o bajo el grifo.
– No debemos guardar el sobrante de la leche, ya que se puede contaminar fácilmente. Al igual que si diéramos el pecho debemos adoptar una posición cómoda para nosotras y para el bebé y, en todo momento de debemos procurar que mientras dure la succión la tetina este siempre llena de leche para que no trague aire o el bebé no vea inútiles sus esfuerzos. De la misma manera debemos facilitar la expulsión de aire, provocando el eructo, colocando al bebé en posición erguida sobre tu pecho.

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