Dormir a un bebé
Cómo dormir a un bebées la gran pregunta que se plantean muchos padres. El problema del insomnio infantil afecta no sólo a los pequeños que lo sufren, sino también a los padres, que al cabo de un tiempo se vuelven irritables, faltos de fuerza y energía y no disfrutan al máximo de sus hijos. Si tu bebé duerme, tú también duermes. Te levantas descansado, relajado y con la vitalidad suficiente para afrontar un nuevo día, y eso mismo le ocurre a tu bebé.
Aprender a dormir a un bebé es un tarea fácil, si se sabe cómo. Siguiendo unas sencillas pautas, se puede lograr que los bebés duerman durante toda la noche. En la mayoría de las ocasiones, se repiten los mismos errores: los propios padres alteran el ritmo de sueño del bebé o no se crea un ambiente apropiado que facilite la relajación y las ganas de dormir.
A través de un método suave y tierno, se puede conseguir dormir a un bebé de manera natural y sin los traumas que suponen otros métodos. Quizás el primer consejo que se puede dar sobre cómo dormir a un bebé es: permite que tu bebé se quede dormido por sí mismo. En muchos casos, los papás no dejan que sus hijos se duerman solos, sino que los mecen, los pasean, etc., hasta que éstos cogen el sueño y entonces los acuestan. Es importante enseñar al bebé a no depender de nadie para poder dormirse. Los bebés, al igual que tú, saben quedarse dormidos por sí solos. La sensación de sueño aparece espontáneamente y dormir es una necesidad biológica como comer: no hace falta que nadie intervenga. Por eso, si acuestas a tu bebé despierto y permites que concilie el sueño por sí mismo, estarás dando un gran paso hacia la superación del insomnio.
Los bebés, al igual que muchos de nosotros, necesitan una rutina. Si bien es cierto que cuando son muy pequeños resulta prácticamente imposible de conseguir, a medida que avanza el tiempo se pueden ir adquiriendo ciertas costumbres, que si se repiten durante el tiempo adecuado, permitirán que dormir a un bebé no sea una tarea imposible de conseguir. Conocer cuál es la hora más adecuada para la realización de estas rutinas diarias también puede ayudarnos a implantarlas y seguirlas. De este modo conseguiremos que nuestro bebé aprenda de forma gradual y natural a conciliar el sueño por sí mismo.