Diez trucos para conservar la leche materna
La elección del recipiente, la manera de transportarla o el modo de descongelar la leche influyen en su calidad y sus propiedades
¿Qué es mejor para congelar la leche, una bolsa o un biberón? Y a la hora de descongelarla… ¿por qué no conviene hacerlo en el microondas? ¿Cuánto puede durar congelada? ¿Y a temperatura ambiente? Diez consejos muy simples responden a estas cuestiones y ayudan a mantener las propiedades nutritivas.
- Recipientes. Las bolsas especiales de un solo uso facilitan su transporte y conservación. Asimismo, la leche materna también puede guardarse en biberones. Eso sí, es preferible no hacerlo en frascos de vidrio, porque la leche contiene células vivas que tienen tendencia a adherirse en las paredes de ese material.
- Cantidades. Si se emplean bolsas, es mejor no llenarlas más de tres cuartas partes, para evitar su derramamiento accidental y para que no se rompan al aumentar el volumen de la leche al congelarla.
- Mantenimiento. La leche materna recién obtenida puede mantenerse de 10 a 12 horas a una temperatura ambiente de entre 19°C y 22°C, pero si no se va a consumir en la primera hora, es mejor guardarla en la nevera.
- Higiene. Siempre que se actúe con una limpieza escrupulosa, puede conservarse sin congelar durante un día o dos en un frigorífico normal. Si se va a congelar, deben extremarse las medidas de higiene, guardándola en recipientes estériles de plástico o bolsas especiales herméticamente cerradas.
- Transporte. Para transportarla, conviene hacerlo en una nevera portátil o en una bolsa isotérmica con paquetes de hielo o acumuladores de frío (imprescindible en el supuesto de que el transporte hubiera de durar más de 10 horas).
- Caducidad. La leche puede conservarse entre dos semanas y seis meses, según la temperatura a que se congele. En el envase se hará constar siempre la fecha de preparación.
Preparación del biberón
- La leche debe descongelarse dentro de la nevera y no a temperatura ambiente. Si hay prisa, se puede calentar bajo un grifo de agua no muy caliente.
- Una vez descongelada, aún puede mantenerse 24 horas en la nevera, pero ya no puede volver a congelarse.
- Al descongelarse, la leche se cuartea en capas y la grasa se acumula en la parte superior; por tanto, hay que agitarla muy suavemente, hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Para calentarla, se puede hacer al baño maría, introduciendo el recipiente que la contiene en otro mayor lleno de agua caliente o poniéndola bajo el grifo del agua. No conviene utilizar el microondas, porque destruye células con propiedades defensivas y no reparte uniformemente el calor, con lo que el bebé podría quemarse.
Fuente: www.consumer.es