La ropa del bebé
La ropa es uno de los primeros elementos con los que el bebé entrará en contacto al salir al mundo exterior. Además de suave y hecha de tejidos naturales, debe ser cómoda, para el bebé y para la madre.
A partir de la semana 20 del embarazo, cuando se confirma mediante la ecografía el sexo del bebé, es un buen momento para empezar a comprar las prendas que usará el bebé los primeros meses de vida, aprovechando que la madre se encuentra en el mejor trimestre del embarazo, cuando las nauseas ya han pasado y aún no se siente pesada.
Antes de salir de compras, deberemos hacer una planificación, ya que la ropa especialmente el primer año de vida se queda pequeña en unas cuantas semanas.
Es muy importante revisar bien las etiquetas al comprar la ropa, ya que indica no sólo el tamaño y la composición de la prenda, sino también los cuidados que requiere.
Cuando vayamos a comprar las prendas para el bebé debemos fijarnos en 5 aspectos básicos:
1. LA TALLA: la ropa del bebé se mide en centímetros, de acuerdo con la altura, y por meses. La mayoría de las prendas de recién nacido comienzan en la talla 0, que equivale aproximadamente a 50cm. Esta ropa dejamos de poder usarla enseguida, por lo que es recomendable comprar prendas por lo menos a partir de la talla 0-3 meses, que equivale a unos 54cm. Como cada fabricante tiene sus medidas para tallar deberemos tener en cuenta que los franceses tallan más pequeño mientras que los americanos y los del norte de Europa tienen tallas más generosas.
2. MATERIALES: las fibras ideales para confeccionar la ropa de bebé son los tejidos naturales, transpirables y sin mezclas, como el algodón o el lino. Es conveniente evitar al máximo posible las fibras artificiales, ya que, además de ser calurosas, pueden provocar reacciones en la delicada piel del bebé. Hay que descartar también otro tipo de materiales como el mohair o la angora, porque sueltan pelos.
3. COMODIDAD: Es un aspecto básico que debemos tener en cuenta, ya que las prendas que compremos deben ser cómodas tanto para el bebé como para nosotros, que los vamos a vestir. Lo más recomendable son los bodis cruzados, los trajecitos y los peleles que se abrochan de arriba abajo, por el frente con automáticos o cremalleras y los pantalones también con automáticos en el arco de las piernas. Debemos evitar especialmente los cuellos muy cerrados que pueden lastimar la frágil cabeza del bebé cuando lo vistamos. Las mangas deben ser anchas, para que también pasen fácilmente por los brazos. Debemos evitar las prendas con gomas, que puedan apretar y poner en riesgo la seguridad del pequeño.
4. CALIDAD: Como los primeros meses del bebé no requerimos una gran cantidad de prendas, es aconsejable que la ropa que adquiramos sea de una buena calidad. Antes de comprar una prenda, debemos darle la vuelta y revisar las costuras pasando el dedo por ellas: no deben picar ni rascar. Tampoco tiene que haber hilos sueltos. Asimismo, si tiene algún tipo de bordado, éste no debe marcarse en el interior.
5. SEGURIDAD: La ropa del bebé, además, tiene que ser segura. Es fundamental que revisemos que todos los elementos, como los botones o los automáticos estén perfectamente fijados a las prendas. Debemos evitar adornos como, cintas y lazos, que puedan ahogar al bebé.
María Algueró Pérez de Villaamil
Especialista infantil
www.atencionycuidadosdelbebe.com