La dentición del bebé
Trucos y consejos para hacerla menos molesta.
En general, la mayoría de los bebés comienza a echar los dientes hacia los 6 meses, aunque no es raro verles con un primer diente desde los 3 meses. Los hay que nacen con ellos, y otros que tardan mucho en echarlos. Según la media, a las niñas les salen los dientes antes que a los niños. La llegada del primer diente del bebé es algo completamente independiente del crecimiento físico o mental.
Si al cumplir el año tu bebé no ha empezado a echar los dientes, habla con tu pediatra.
A medida que crecen las raíces de los dientes del bebé, los filos superiores de éstos van penetrando en las encías, lo que a menudo resulta molesto. La sensación desconocida del nacimiento de los primeros dientes es lo que suele causar más inquietud e irritabilidad. La temporada en que salen las muelas también puede ser difícil, a causa de su mayor tamaño.
Normalmente, las molestias del proceso de dentición comienzan antes de que el diente sea visible por lo que tu bebé puede:
- Pedir más atención y llorar más por la noche
- Tener las mejillas encendidas o sonrosadas
- Sufrir algo de fiebre (a partir de 39°C indica algo más que molestias dentales)
- Tener las encías rojas e inflamadas
- Babear con mayor frecuencia
- Mordisquearse las manos u otros objetos
- Pedir más tomas o comer menos porque le duelen las encías
- Alterar sus patrones de sueño
- Tener enrojecimiento del ano y heces con presencia de babas
Abracitos te recomienda
Cuando tu bebé inicie su proceso de dentición, prueba estas técnicas para que se sienta lo menos molesto e irritable posible:
Cuando tu bebé inicie su proceso de dentición, prueba estas técnicas para que se sienta lo menos molesto e irritable posible:
- Frota suavemente sus encías con gel de dentición infantil para aliviar el dolor.
- Los mordedores en forma de aro, especiales para el bebé, también le pueden calmar, sobre todo los que están diseñados para enfriarlos en la nevera.
- Si el bebé babea, asegúrate de que le das más agua para mantenerlo hidratado. Si le pones una pomada que actúe de barrera en la barbilla, el cuello y el pecho, puedes evitar los escozores provocados por el exceso de babeo.
- Para molestias más leves, un paseo en brazos o un juguete que le llame la atención pueden bastar para desviar su atención de las afecciones dentales. Si es más sensible de lo normal, puede que su pediatra te recomiende un analgésico infantil, como paracetamol o ibuprofeno.
Fuente: www.almiron.es
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